Tratamiento Depresión

«Hay heridas que no se ven, que son más profundas y dolorosas que cualquiera que sangre…»
Existen determinadas circunstancias o situaciones en las que nos sentimos tristes o desganados. Estos estados generalmente transitorios tienen que ver con reacciones esperables ante acontecimientos negativos o dolorosos. Todas las personas en algún momento de nuestras vidas hemos pasado por este tipo de situaciones. Afrontarlas requiere de un gran esfuerzo emocional y de un proceso que lleva su tiempo.
Ejemplos de ellos pueden ser: pérdida de seres queridos, ruptura de relaciones, divorcios, crisis, desarraigo, pérdida de puesto de trabajo, pérdida de la salud, pérdida del bienestar económico, no concretar los objetivos esperados, etc.
El sentirse triste no es sinónimo de patología o enfermedad. Cuando esta tristeza se vuelve rígida, influye en nuestros quehaceres cotidianos y no desaparece, entonces debemos comenzar a considerar la posibilidad de sufrir de depresión.
Lo importante ante esto es entender que dicha situación debe ser adecuadamente tratada para poder salir de ella cuanto antes y volver a gozar de buena salud. Si bien la persona que padece esta difícil situación no tiene voluntad ni ánimo para acudir con un psicólogo, el pedir ayuda es el primer paso para comenzar a tratar esta dolencia.
¿Qué entendemos por Depresión?
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que influye negativamente en la calidad de vida y en el entorno o contexto que rodea a la persona que la padece. El mundo interno y emocional del paciente se encuentra modificado, ya que la persona no tiene ilusión ni ganas de hacer nada. Resulta difícil encontrarle sentido al día a día y las personas que rodean al paciente no comprenden porqué actúa y se siente de esa forma.
La persona depresiva presenta varias dificultades para desenvolverse en su vida diaria y para relacionarse con las personas que la rodean; predominan en ella pensamientos negativos y desalentadores sobre sí misma, sobre la realidad presente y sobre lo que vendrá en un futuro. Suelen ser reiteradas las ocasiones en las que la persona desconoce la causa de su malestar. Se ha instalado en ella una tristeza profunda y continua como modo de proceder, actuar, responder, sentir, y no es capaz de determinar su motivo u origen.
Síntomas de la Personalidad Depresiva
La personalidad depresiva presenta diversos síntomas que influyen en el desarrollo habitual de la persona a nivel de su conducta, su lenguaje corporal, sus pensamientos y sus sentimientos.
Los principales síntomas de la persona depresiva son:
- poca objetividad referida a su autoestima
- autoreproches permanentes
- excesivo sentimiento de culpa y autoestima precaria
- necesidad de contacto y afecto
- carencia de autonomía
- sumisión y poca empatía
- dependencia emocional
Presentan además estas personas algunas características que determinan su comportamiento, actitudes, pensamientos y sentimientos, como son:
- enlentecimiento en los movimientos del cuerpo, pasividad o ausencia de respuesta, nerviosismo, irritabilidad, agitación.
- cansancio, dificultades para conciliar el sueño o sueño excesivo, cambios en la alimentación, malestar, pérdida del deseo sexual, desinterés por los hábitos de higiene.
- dificultades para prestar atención, problemas para recordar y/o memorizar, disminución de la capacidad de pensar, elegir, decidir, pérdida del interés por el mundo que les rodea
- ansiedad, angustia, sensación de vacío, pérdida, tristeza profunda, llanto, retraimiento, desesperanza, visión negativa de la vida, culpa, incapacidad para disfrutar.
En las personas que sufren depresión se observa una disminución de los mensajes que reciben y transmiten; intentan controlar su malestar y tratan de apaciguarlo con la búsqueda de atención y admiración de personas para ellos valiosas, manteniendo una gran dependencia con ellas.
Las personas con depresión suelen ser pobres en su expresión verbal, son exigentes y sensibles, y tienen marcadas oscilaciones del humor que son expresión de estados cambiantes de la autoestima.
En ciertos casos de depresión más avanzados y profundos, puede darse la situación extrema que la persona tenga ideas suicidas, ya que puede encontrar esta salida como única alternativa ante tanto dolor, angustia y sufrimiento psíquico.
Cuando los síntomas de depresión se consideran leves pero continuos, se habla de trastorno depresivo persistente.
¿Por qué enfermamos de Depresión?
La depresión es una enfermedad que no depende solamente de un factor, sino que suele deberse a varios de estos:
- herencia
- genética
- bioquímica
- psicología
Cuando una persona ha estado expuesta a altos niveles de estrés, presión, angustia y ansiedad durante su infancia puede producir una depresión. Este tipo de situaciones influyen negativamente en la salud física y emocional.
Existen algunos factores que ayudan a que la depresión se desarrolle en algún momento de nuestras vidas. Algunos de ellos están relacionados con dificultades en la crianza, rasgos de carácter o de personalidad.
En Psicología Dinámica te ayudamos y acompañamos en este proceso en el que necesitas comprender lo que te está pasando y sentirte acompañado a nivel emocional. Con la orientación que te brindamos podrás ver las situaciones de forma más clara y trabajar sobre aquello que te preocupa.
¿Cómo nos afecta la Depresión en el día a día?
El desempeño en la escuela, en el trabajo y en las actividades diarias, para la persona con depresión significa un gran desgaste y esfuerzo. Resulta difícil encontrar motivaciones y plantearse objetivos, porque en la depresión hay pérdida del interés por el entorno.
La persona con depresión ha perdido sus energías y ganas de relacionarse y socializarse con el resto, de cuidar su alimentación, de respetar sus rutinas y hábitos. La voluntad ha disminuido y es por esto que en la depresión el desgano y la falta de interés predominan. Las personas y familiares que conviven o que rodean al paciente suelen manifestar enfado ante determinadas actitudes de este. La persona depresiva no puede ponerse en el lugar de los demás y valorar lo que el resto hace. Esta persona está retraída hacia sí misma y suele expresar queja, reproches y reclamos sobre lo que debieran darle o hacerle.
Para los familiares este proceso se torna bastante difícil. Implica mucha dedicación y desgaste físico y emocional y por lo general el esfuerzo no es reconocido por la persona que sufre. La familia suele presentar una ambivalencia afectiva, es decir, sentimientos encontrados con respecto a la enfermedad. Por un lado desean que la enfermedad desaparezca cuanto antes, que la persona mejore. Por otro lado se aíslan y sienten rechazo hacia la situación que les toca vivir, lo cual les produce sentimientos de culpa. La ayuda de un profesional que los oriente e indique que es lo más conveniente y adecuado de hacer en estos casos es fundamental. La contención y el acompañamiento familiar forman una parte muy importante del tratamiento psicoterapéutico.
¿Es posible salir de la Depresión?
Es posible salir de la depresión y es muy importante poder pedir ayuda profesional para recibir la atención adecuada.
Muchas veces la persona se encuentra tan deprimida que no quiere acudir con un profesional para recibir ayuda. Predomina la creencia de que no habrá mejoraría y de que nada de lo que se haga servirá. Acompañar al paciente a consulta puede resultar satisfactorio para que este no sienta que está solo y desprotegido ante esta situación.
El consultar a un psicólogo muchas veces genera miedo, incertidumbre, desconfianza, lo cual es normal ante una experiencia nueva. En Psicología Dinámica acompañamos y comprendemos a la persona con sus miedos, sus inquietudes y trabajamos para disminuirlas. El consultar con un psicólogo es una posibilidad que tiene la persona que sufre este proceso de aliviar su malestar. El sentir que sus preocupaciones son escuchadas y tenidas en cuenta por el profesional ayuda a ponerle palabras a esta tristeza y desgano que la invaden.
¿Cómo tratamos la Depresión en Psicología Dinámica?
Desde Psicología Dinámica abordamos la depresión desde un enfoque integral. Brindamos a la persona apoyo, sostén y contención. Trabajamos junto al paciente a través del vínculo, creando nuevas conductas que ayuden a este a sobrellevar su malestar y superarlo.
Con la ayuda del profesional la persona logra hablar sobre aquellas situaciones, sentimientos, creencias, que le preocupan o que le resultan amenazantes. Expresar aquello que le preocupa y exponer sus necesidades ayuda a clarificar las causas de su malestar.
Nuestro objetivo es poder aliviar los síntomas y potenciar los recursos internos que tiene el paciente. Trabajamos para poder gestionar efectivamente tus dificultades y lograr así el cambio. La relación y el vínculo que se va desarrollando a lo largo del proceso psicoterapéutico entre el psicólogo y la persona que consulta se traduce en contención, sostén y en bienestar emocional.
En Psicología Dinámica tratamos la depresión desde una psicoterapia profunda que indaga el origen y las causas de la afección. De esta forma logramos desarrollar en la persona una mayor capacidad para afrontar aquellas situaciones que le han generado el malestar emocional. Te ayudamos a comprender el porqué de las situaciones vitales estresantes por las que has tenido que pasar.
Apostamos al desarrollo de una nueva red de cuidados que le permita al paciente sobreponerse de su dolencia. Esta red de cuidados debe estar formada por personas que sean significativas para el paciente. Brindamos a la familia los recursos necesarios para poder afrontar junto al paciente el proceso depresivo. El recibir afecto es un factor reparador tanto para la persona depresiva como para su familia. El apoyo a nivel integral con el que trabajamos en Psicología Dinámica es una modalidad de intervención muy importante para la pronta recuperación de la persona que consulta de su familia y de su contexto.
