Psicopatía, Violencia y Manipulación
Resulta muy habitual hoy en día escuchar a través de los medios de comunicación la palabra “psicópata”. Esta palabra muchas veces la asociamos a conductas inadecuadas y desadaptativas que una persona puede desempeñar en la sociedad en la que vive causando graves daños. Exactamente no sabemos bien que significa que una persona sufra de psicopatía y el grado de complejidad que esto conlleva. Lo que sí sabemos es que es mejor mantenerse lejos de las personas que sufren de este trastorno. Estar informados al respecto es un buen indicador, ya que podremos comprender por qué determinadas personas actúan de tal o cuál forma y cómo podremos ayudarlas.
Este trastorno encierra dinámicas de vínculos y relaciones violentas. Posiblemente todos conozcamos que una persona psicópata no conseguirá llegar a buen puerto si no es ayudada por profesionales experimentados en el tema. Las personas afectadas por este trastorno no han sido tratadas de la manera más adecuada y saludable desde pequeños. Ellas ofrecen el mismo trato que han recibido durante su crianza y niñez. No consideran que este trato manipulador e insalubre sea erróneo, dado que es lo que ellas han incorporado como modo de funcionar y relacionarse con el resto de las personas de su entorno.
Es aconsejable saber cómo funcionan estas personas. El comprender sus conductas y reacciones es una herramienta muy útil que nos permitirá reconocer y pedir ayuda cuando estemos frente a las mismas.
¿Qué es la psicopatía?
La psicopatía es un trastorno de la personalidad. La persona que padece este trastorno carece de sentimiento de culpa y de empatía. Son personas egocéntricas, manipuladoras, que se guían por sus propias reglas y principios. Son impulsivas, agresivas y es a través de la mentira como se vinculan con el resto. No tiene la capacidad para distinguir entre lo bueno y lo malo, lo que está bien y lo que está mal. No tiene sentimiento de culpa, por lo que no pueden aprender o reparar sus errores o daños. Solemos relacionar este tipo de trastornos con la conducta criminal. Estas personas no siempre cometen actos delictivos y suelen estar muy adaptados e integrados a la sociedad. Según el modelo triárquico de Patrick et al. (2009), la psicopatía se compone de tres rasgos principales: atrevimiento, desinhibición y mezquindad. Los psicópatas no sienten con la misma intensidad el miedo que sienten las personas que no padecen este trastorno. Presentan dificultades muy significativas a la hora de controlar sus impulsos. Utilizan a los demás para satisfacer sus necesidades y objetivos, ya que carecen de empatía.
Estas personas han sido tratadas por sus figuras cuidadoras, desde pequeñas como objetos. Por diversas circunstancias no recibieron un trato adecuado y saludable que les permita desarrollarse emocionalmente de forma saludable. La marcada imposibilidad para controlar los impulsos y la falta de sentimiento de culpa convierten a las conductas delictivas en conductas normales para ellos. Debido a esto no consideran que estén haciendo daño, faltando a la ley o perjudicando a alguien. Convivir y gestionar el trato con estas personas suele convertirse en una tarea bastante agotadora. Es importante conocer el funcionamiento de estos perfiles para poder saber cuándo nos encontramos ante uno de ellos.
¿Qué perfil psicológico presentan estas personas?
Son impulsivas y carecen de planificación
Sus actividades y su conducta en general están guiadas por impulsos inmediatos y del momento. No poseen la capacidad y los recursos internos para poder planificar a largo plazo. Carecen de capacidad de espera y tolerancia a la frustración, dado que, todo lo quieren ya, ahora. Por lo que no ejercen el control sobre ellas mismas, lo que puede llevarlas al consumo de sustancias, agresiones físicas, problemas con la sociedad, entre otros.
Presentan ausencia de empatía
Estas personas no son capaces de ponerse en los zapatos o en el lugar del otro y mucho menos de comprender su estado anímico y mental. Las últimas investigaciones arrojan datos de que los psicópatas podrían ser empáticos pero cuando ellos lo desean. Este mecanismo podría explicar la frialdad que estas personas manifiestan en sus habilidades e interacciones sociales, ya que cuentan solamente con empatía cognitiva y no emocional. Es por esto que el sufrimiento de los demás no los conmueve para nada, son como un “bloque de hielo” .
No logran aprender de las experiencias
Este trastorno afecta a las funciones ejecutivas y al área del aprendizaje emocional. Como carecen de capacidad de planificación y de sentimientos de culpa les cuesta vincular los castigos con las conductas que los han provocado. De forma que no logran comprender la dimensión, el alcance y la gravedad de los actos que cometen. Al no considerar sus actos erróneos no aprenden, ya que no les atribuyen el significado que estos tienen de acuerdo a las normas establecidas en la sociedad.
Forma de vida parasitaria
Estas personas utilizan al resto como instrumentos para satisfacer sus necesidades, dado que son egocéntricos. No poseen la capacidad de ver al otro desde sus necesidades y a través de la manipulación consiguen todo aquello que desean de forma inmediata. Suelen vivir del dinero de sus padres, parejas, amigos entre otros.
Egocéntricos y narcisistas
Estas personas suelen pensar solamente en ellas mismas y en sus necesidades. Esto se debe a que no poseen capacidad para empatizar con el resto y compartir diferentes puntos de vistas y formas de ver la vida. El término narcisista hace referencia a que se sienten superiores a los demás. Las personas son significativas en la medida en que satisfacen sus necesidades.
Tendencia al aburrimiento
Los psicópatas presentan una serie de alteraciones biológicas. Estas alteraciones se traducen en una necesidad de estimulación permanente. Es por esto que se aburren con facilidad. Este aburrimiento se une a la falta de capacidad de espera y de tolerancia a la frustración. Todo lo que desean deben obtenerlo de forma inmediata.
Pobreza emocional
La psicopatía produce alteraciones en el cerebro. Por este motivo las emociones que experimentan estas personas son limitadas. La frialdad con que actúan repercute de forma muy llamativa en la sociedad. Las personas no pueden creer que actúen de forma tan fría, como sin emociones. Diversas investigaciones manifiestan que estas personas sienten menos emociones negativas que las personas que no sufren de este trastorno.
Ausencia de remordimientos
Debido a que los psicópatas han sido tratados como objetos de gratificación, cuando cometen actos que perjudican a otras personas no sienten culpa ni remordimientos. La ausencia de empatía emocional les permite cometer delitos, manipular o utilizar a los demás como parte de sus planes y objetivos. No realizan un examen de conciencia sobre las situaciones en las que no han obrado adecuadamente.
Comportamiento antisocial y delictivo
Los resultados de los test de psicopatía se vinculan con consumo de sustancias, violencia de género, encarcelamiento, crímenes, entre otros. Estas personas pueden presentar una predisposición a sufrir este trastorno en la niñez. Esta predisposición se manifiesta a través de conductas desadaptativas, como violencia y malos tratos hacia los animales y hacia las personas, mentiras y manipulaciones, robos, vandalismo, entre otros. Son signos que no deben pasarse por alto.
Encanto superficial
Es difícil distinguir a estas personas dado que, el perfil del psicópata es el de una persona amigable, seductora, encantadora y sociable. Suelen contar con muy buenas habilidades sociales, aparentando de esta forma ser empáticos, comprensivos y muy cercanos a nivel emocional. Este tipo de actuación forma parte de su enorme necesidad de gratificación inmediata sin poder ponerse en el lugar ni en los zapatos del otro.
Falta de sinceridad y manipulación
La ausencia de sinceridad y la tendencia a la manipulación son los pilares básicos de este trastorno. Internamente son personas que presentan muchas carencias a nivel interno, afectivo y emocional. Estas carencias se traducen en actos impulsivos, dañinos y muchas veces sin explicaciones para el resto. Estas personas tratan y se relacionan con las demás personas del mismo modo que han sido tratadas en su niñez.
Evidentemente el perfil de los psicópatas presenta gran cantidad de dificultades a nivel social, aunque no lo parezca. La violencia que ejecutan y que los caracteriza les impide establecer relaciones y vínculos saludables con otras personas. Resulta muy importante conocer las características básicas de este trastorno para poder pedir ayuda profesional.
Ana Laura D´Agostino
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