Nuestra Percepción
Todas las personas conectamos y nos vinculamos con nuestro entorno mediante los órganos de los sentidos. Todos los estímulos e información que recibimos por medio de nuestro cerebro, se organiza e interpreta formando la percepción. La percepción es la recopilación de información del contexto que nos rodea. Esta recopilación de la información se realiza de forma automática e inconsciente.
La percepción tiene que ver con captar información del exterior y organizarla de forma significativa para poder ser conscientes del mundo y realidad que nos rodea. En este proceso, intervienen otros factores como la memoria, la imaginación, etc. La percepción es posible gracias a la relación que las personas mantenemos con el entorno y con los objetos que nos rodean.
¿Cómo Funciona Nuestra Percepción?
La percepción ocurre debido a una serie de acontecimientos que comienzan con la energía física o estímulo, que pone en funcionamiento receptores sensoriales. De este modo la transmisión de la información llega hasta los niveles superiores de nuestro Sistema Nervioso Central. Los datos y el mensaje llegan mediante un proceso de recepción, selección y reorganización de la información.
Este acto perceptivo pasa a adquirir un carácter personal y particular en cada persona. Este es subjetivo, dado que, el afecto que la persona le atribuye a la percepción hace que la misma esté condicionada. Es decir, que la percepción estará determinada en parte por el estado afectivo del sujeto al momento en el que se produce la misma.
Factores Externos e Internos que Influyen en Nuestra Percepción
Entre los Factores Externos se encuentran:
La atención que es una apertura selectiva a una parte del fenómeno sensorial. Por ejemplo al comer no prestamos atención o no percibimos el roce en nuestro cuerpo de la ropa que llevamos puesta. Gran cantidad de acontecimientos externos e influencias de nuestro cuerpo y organismo determinarán cómo será la atención. La atención podrá ser distraída o sostenida y los procesos perceptivos claros o confusos.
Los factores externos hacen referencia a la intensidad de la luz o el aroma por ejemplo, el tamaño de los objetos o los diversos cambios como movimiento, ruidos. La complejidad del estímulo y la familiaridad del mismo son aspectos importantes a tener en cuenta.
Entre los Factores Internos se encuentran:
Los motivos o motivaciones, por ejemplo si sentimos hambre o frío pondremos nuestro foco de atencional en estos puntos y no en otros por el momento. Atenderemos más a aquellas cosas que se vinculan con nuestros intereses, nuestras necesidades ya que influirán en nuestra percepción. Así por ejemplo, la hostilidad sentida, la ansiedad y el deseo de seguridad serán determinantes a la hora de percibir la conducta de otro. Nuestras valoraciones sociales significan nuestras percepciones.
Nuestras emociones condicionan nuestras percepciones. Una actitud negativa afecta a la percepción: por ejemplo son más notables los errores de los alumnos que no logran obtener buenas calificaciones. Nuestras percepciones estarán determinadas en parte por nuestra personalidad y por nuestro modo o forma de ser y de actuar en el mundo. Es por esto que ante un mismo estímulo una persona puede sentirse alegre y otra persona sentirse triste. Por ejemplo al mirar la misma película, que es el mismo estímulo una persona llora y la otra ríe. Aquí se encuentran presentes una serie de factores que determinarán cómo será la percepción.
En ambas personas se pone en funcionamiento la personalidad, su historia, su experiencia de vida, y vivencias significativas, sus relaciones vinculares, sus tendencias, valores, gustos, intereses, los cuales darán por resultado diversas y variadas reacciones que estarán en sintonía con sus emociones, individualidad y particularidad.
Es muy importante tener en cuenta estos puntos en la consulta psicológica dado que, lo que para un paciente puede resultar agradable, para otro puede resultar desagradable teniendo en cuenta su historia, sus vivencias, sus emociones y sentimientos, entre otros. Es decir, que un mismo estímulo puede afectar de diversas formas la autoestima de la persona. Conocer el mundo interno de cada persona y su significación es un proceso que tanto psicólogo como paciente deberán emprender y tejer juntos. La realidad no es lo que es sino que es cómo la observamos e interpretamos. Nuestro mundo interno está lleno de significados y respuestas que iremos encontrando a medida que avancemos en el proceso psicoterapéutico.
Ana Laura D´Agostino
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