Los Ideales de la Navidad
Ha llegado la Navidad época en la que todos sabemos que se experimentan diversas emociones y sentimientos. Nuestras emociones y estado de ánimo en estos momentos dependerán en parte de nuestra situación presente, de las vivencias recientemente acontecidas y de la presencia o ausencia de nuestros vínculos y de personas significativas. Estas personas pueden ser familiares, amigos, compañeros, nuestra pareja, nuestra mascota, entre otras.
En estas épocas ya sean navidades o final de año, se suelen hacer balances de cómo nos ha ido durante el año, si hemos podido lograr los objetivos propuestos, si hemos superado nuestras expectativas, si seremos capaces de plantearnos nuevos retos para el próximo año. Este tipo de examen personal muchas veces nos generan ciertas dosis de ansiedad y estrés.
Los Ideales y los Mandatos…
Con ideales y mandatos nos referimos a lo que la sociedad nos impone y nos ordena cumplir. Por ejemplo, en estas fechas de celebraciones, es muy esperable ver en publicidades, en películas, en televisión, en los medios de comunicación, mensajes en los que nos desean unas felices fiestas en compañía de nuestros seres queridos, de nuestra familia, amigos. Si bien estos son deseos llenos de buenas intenciones, a veces no es posible llevarlos a cabo y concretarlos. Este impedimento muchas veces genera dificultades a la hora de afrontar y sobrellevar estas fechas.
No todas las personas, debido a diferentes circunstancias pueden celebrar o compartir este momento con sus familiares o de la forma en que quisieran. Actualmente en España viven gran cantidad de extranjeros que debido a su situación de residir en un país que no es el de ellos y lejos del suyo no pueden cumplir con esos ideales. Otras personas no gozan de una buena salud y deben primar esta por sobre cualquier tipo de celebración. Otras personas pasan por un proceso de duelo o por situaciones difíciles y no tienen el ánimo de compartir o celebrar, otras deben trabajar o estudiar. Podemos citar gran cantidad de ejemplos para explicar que a veces los ideales y mandatos pueden generar tristeza, frustración y desgano al ver que no son posibles de alcanzar.
El hecho de que no podamos celebrar las fiestas como quisiéramos no quiere decir que no podamos pasar un buen momento acorde a la realidad que tenemos en el presente. Cada persona celebra y disfruta de estas épocas a su manera y de la forma que puede con quien puede. La capacidad de adaptarnos al presente que nos toca vivir es un buen signo de inteligencia emocional y de flexibilidad ante los cambios que acontecen.
¿Cómo pasar unas fiestas agradables?
Las vivencias en estas fechas suelen ser más intensas, llenas de emociones, sentimientos, costumbres, deseos, encuentros, desencuentros, abrazos y risas, llanto, esperanza, afecto. Lo más saludable es poder sentir lo que nos surge y permitirnos expresar nuestros sentimientos, necesidades y emociones en estos momentos especiales para cada persona. No hay emociones buenas ni malas simplemente son emociones que se van adaptando al momento que acontece.
Algunas emociones y sensaciones que suelen presentarse en estos momentos son:
alegría, esperanza e ilusión: por el hecho de compartir con las personas que en ese momento estén.
enfado: porque las cosas o las situaciones no son como desearíamos que fueran.
nostalgia y tristeza por las ausencias, la distancia o lo que fuere que nos hace sentir deprimidos: tolerar este tipo de vivencias requiere de una gran fortaleza y capacidad de afrontamiento.
frustración: por no poder cumplir con nuestras expectativas, anhelos y deseos ya sea a nivel personal, profesional, familiar, social.
tristeza, apatía y desánimo: ya que cada uno de nosotros experimenta este tipo de celebraciones de acuerdo a su personalidad, contexto, vínculos, emociones, sentimientos, valores, creencias.
Lo importante en estas situaciones en donde a todas las personas nos falta algo o alguien, o hay algo que nos disgusta o que quisiéramos modificar y no es posible, es tratar de adaptarse a la realidad que se nos presenta. Esta adaptación nos permitirá pasar el momento de una forma más tranquila y poder disfrutarlo. Llorar es bueno y gestionar las ausencias y todas aquellas circunstancias que nos aquejan es saludable. Poder expresar lo que nos sucede es importante para nuestro bienestar y salud mental. Cada persona necesita establecer sus propios ideales acordes con su situación particular, para poder celebrar y disfrutar de las fiestas. El espíritu de la navidad nos llega al corazón de formas diferentes y todas estas formas son válidas, significativas y respetables. Aceptar nuestras situaciones y nuestras condiciones es el primer paso para poder celebrar.
Ana Laura D´Agostino
Deja un comentario