Familias Ensambladas: “Los Tuyos, Los Míos, Los Nuestros”
Actualmente en nuestra sociedad suceden grandes cambios. La familia también experimenta modificaciones por el hecho de encontrarse dentro de una sociedad dinámica, cambiante y muy diversa. Las familias ensambladas son una realidad y presentan muchas veces un gran desafío para todos los integrantes de la misma. Estas familias deben compartir otros códigos, otras dinámicas y vínculos familiares previamente establecidos. Estos cambios requieren de un tiempo de adaptación. Los mismos generan estrés y diferentes sensaciones y sentimientos.
Las familias ensambladas son aquellas en las que uno de los integrantes de la pareja o ambos tiene hijos de parejas anteriores. En estas familias suelen haber diferentes intereses, necesidades, valores, creencias, dificultades en juego. Esta unión o ensamble de familias supone también, la unión de historias, hábitos, emociones diversas. Es decir que se unen diferentes modos de vivir y de ver el mundo, para formar una nueva familia. El poder hablar y ponerle palabras a esta nueva dinámica que significa la familia ensamblada, es sinónimo de salud mental y de crecimiento emocional.
¿Cómo Deberían Funcionar las Familias Ensambladas?
Es importante que la familia ensamblada logre y aprenda a convivir, a respetarse y a negociar las diferencias. Todos los integrantes del nuevo grupo deben poder compartir un nuevo espacio, distinto y con otras características diferentes al espacio conocido.
Existen una serie de renuncias que la familia deberá afrontar. Este dejar (salir de nuestra zona de confort) para poder adaptarse a esta nueva realidad genera aprendizaje, nuevos desafíos y retos para todo el grupo. El convivir con nuevas personas y nuevas realidades, nos aporta gran cantidad de herramientas y de recursos emocionales e internos. De esta forma podremos vincularnos de manera saludable.
Todos los participantes de esta nueva experiencia, deberán abandonar o dejar de lado costumbres, comodidades, hábitos, sitios físicos, diversas actividades. Deberán adaptarse e integrarse a esta nueva familia. Esta serie de renuncias se traducen muchas veces en un proceso de duelo. Los hijos pueden sentirse tristes, extraños y deprimidos al ver a sus padres separados y armando nuevas parejas con otra personas. El ensamble conlleva una nueva unión y una nueva familia, pero a la vez la separación de la familia anterior que ya no estará más junta. El diálogo, la comunicación, la cercanía emocional y el afecto, posibilitan la creación de espacios para que tanto adultos como niños y adolescentes comprendan lo que está ocurriendo.
Una Nueva Historia Familiar
En esta nueva realidad e historia familiar es importante que se construyan vínculos sólidos y profundos. Los niños y adolescentes experimentan ansiedad, inseguridad, desilusión, enfado, confusión y tristeza tras la separación de sus padres y por los cambios de la nueva unión. El respetar los tiempos de cada uno de los integrantes de la nueva familia es fundamental.
Los hijos necesitan sentir que son importantes en este nuevo proyecto familiar. Es fundamental que el nuevo grupo ensamblado se mantenga unido y se retroalimente de forma permanente. La cohesión y el buen ambiente familiar favorecen la buena convivencia dentro de la familia.
Existen una serie de dificultades que se presentan en este tipo de familias en donde todos sus integrantes presentan necesidades importantes y diferentes a la vez. Entre ellas:
- oposición y comportamientos hostiles de los hijos hacia la nueva pareja de sus padres
- desacuerdos relativos a los horarios de visitas
- inadecuada gestión del tiempo para los hijos y la pareja, falta de límites claros.
- diferentes modos de funcionar (reglas y normas, hábitos, dinero, estudio, orden) entre las dos familias
- falta de adaptación y aceptación de la nueva familia
- rabia y enfado de los hijos por no poder modificar la nueva realidad
Para poder sobrellevar todas estas reacciones esperables dentro de una familia ensamblada, es importante recordar que los cambios deben ser introducidos de a poco. Tener presente que cada persona tiene un tiempo de aceptación y de elaboración del proceso de duelo (separación de la familia anterior y unión de una nueva familia) nos ayudará a gestionar y a comprender nuestras emociones y sentimientos en este nuevo proceso.
Algunas Características de esta Familia
Este nuevo grupo al que llamamos familia ensamblada presenta una dinámica y una estructura propia un tanto diferente a la familia convencional. Es importante recordar que esta familia nace a partir de una pérdida y por lo tanto todos sus integrantes deberán atravesar esta crisis. Tanto los miembros de la pareja que deciden separarse, como los hijos de la misma sufren debido a esta decisión. Los hijos deberán aceptar la idea de que sus padres no volverán a estar juntos. La pérdida de esta fantasía conlleva un proceso cargado de emociones.
Todos los miembros de la nueva familia poseen recuerdos, una historia y tradiciones. La nueva familia ensamblada deberá transitar un largo camino para escribir una historia nueva a través de vivencias compartidas.
A veces los integrantes del nuevo grupo suelen presentar dificultades para desarrollar un sentimiento de pertenencia a la nueva familia. Hay una gran cantidad de factores que influyen en el proceso de sentirse parte de. Estos aspectos tienen que ver con que los hijos se encuentran entre sus padres y entre la nueva o las nuevas parejas que han formado sus padres y entre los hijos de las mismas. Deben convivir con la presencia de una ex pareja, aceptar reglas y normas diferentes. Existe una dinámica de funcionamiento nueva, deben vincularse con personas y con roles nuevos, acatar límites, conocer otros valores y códigos. Todos estos aspectos suelen generar dificultades en la relación y en la convivencia del grupo familiar.
Recomendaciones para Sobrellevar las Dificultades
Los desacuerdos, cambios de opiniones, discusiones y dificultades forman parte de todas las familias. En este tipo de familia en donde el proceso de pérdida y duelo es muy significativo es esperable que surjan algunas complicaciones.
Algunos tips y tareas para lograr la integración de sus miembros y la buena convivencia:
- tolerar y afrontar las crisis, los cambios y la consiguiente pérdida
- reconocer las emociones y sentimientos que surgen de este proceso
- fortalecer y alimentar la relación de la nueva pareja
- establecer las nuevas reglas, límites y hábitos para una convivencia saludable
- negociar las diferentes necesidades y generar acuerdos.
- construir nuevos vínculos, mediante el diálogo, el respeto y la aceptación.
- acompañar y sostener desde el afecto a los niños y adolescentes que transitan por esta situación.
Con el paso del tiempo los integrantes de las familias ensambladas adquieren las herramientas, habilidades y recursos suficientes para gestionar las emociones y desarrollar vínculos profundos y saludables. Estas familias logran alcanzar la estabilidad y el bienestar familiar mediante la creatividad, la flexibilidad, la empatía, respeto y la tolerancia.
Ana Laura D´Agostino
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