¿Cómo Vivir el Presente?

El tiempo es muy valioso, pasa, vuela y no regresa. Aprender a vivir el presente es una tarea muy importante que no debemos descuidar.

Cuidar de nuestra persona, de nuestras relaciones con los demás, dedicarnos a lo que nos apasiona y dejar el pasado, tiene que ver con valorarnos y permitirnos estar bien con la realidad presente.

¿Por qué siempre valoramos algo luego de haberlo perdido?

Invertimos la mayor parte de nuestro tiempo y energías haciendo planes para el futuro o reflexionando sobre el pasado. Esta actitud no nos permite mirar, vivir y disfrutar el momento presente.

Gran cantidad de profesionales que trabajan con pacientes terminales afirman que es muy difícil y triste ver partir a sus pacientes. Ver que la vida finaliza es un proceso muy doloroso. Estas personas dejan a sus familiares, a sus amigos, a sus sueños, ilusiones, deseos y proyectos.

Muchas personas que han logrado superar enfermedades terminales afirman que su deseo es poder vivir el día a día, el presente sin planificar tanto. Consideran muy valioso compartir tiempo y momentos en familia, con amigos, colegas por sobre todas las cosas. Es decir, que estas personas prefieren pasar el tiempo con sus afectos y fomentar vínculos saludables.

Debido a las exigencias de nuestra vida diaria, las obligaciones, responsabilidades, cuentas que pagar, gastos, estrés, preocupaciones, entre otros, nos cuesta bastante situarnos en el aquí y en el ahora e intentar disfrutar de los pequeños momentos.

Intenciones y propósitos para tener en cuenta que “nuestro tiempo es lo más importante”:

Encontrar un objetivo

Debemos disponernos a pensar en aquellas cosas que nos gustan hacer, en algo que nos emocione, que nos haga ilusión, que nos conmueva y estimule a la acción. Es importante trabajar en nuestros objetivos, deseos y proyectos. Cada propósito que tenemos es como si fuera una pequeña planta a la que hay que cuidar, dedicar tiempo y dejarla crecer. Saber qué es lo que queremos es la clave para poder invertir nuestro tiempo.

Cultivar nuestras relaciones

Los vínculos, los afectos, el amor, la familia, los amigos, nos ayudan a construirnos como personas y a estar felices. Si tenemos una red social bien consolidada, podremos desempeñarnos mejor en nuestro trabajo, compromisos y responsabilidades. El saber que contamos con personas significativas a nivel afectivo es un punto a favor para nuestro bienestar físico y emocional. Las pequeñas cosas, los detalles hacen nuestro día a día. Diversos estudios psicológicos afirman que cuidar nuestras relaciones y vínculos nos garantiza una vida más feliz.


Aprender a perdonarnos

Nos resultará muy complicado poder disfrutar el presente si permanecemos pensando y dándole vueltas al pasado. Es muy útil aprender de las equivocaciones que hemos cometido. Pero perdonar los errores tiene que ver con reconciliarnos con nuestra persona y admitir que no somos perfectos. La habilidad de perdonar está vinculada con el poder tolerar la frustración que nos genera el haber cometido fallos. Los remordimientos y el sentimiento de culpa son factores que podremos superar al situarnos en el presente.

Cuidarnos por sobre todas las cosas

No solo las relaciones con los demás, sino también cuidarnos a nosotros mismos. Tomarnos un tiempo y generar espacios para nuestra persona es muy saludable. Los tiempos de recreación, ocio y relax ayudan a tomar contacto con nuestra persona y a vincularnos con nosotros mismos. Conocer nuestro mundo interno es una tarea que lleva su tiempo pero que nos brinda resultados muy gratificantes, como por ejemplo una alta autoestima, confianza y seguridad en nosotros mismos.

Trabajar sobre nuestra capacidad de conocernos y reconocernos es una herramienta que nos ayudará a saber qué es lo que necesitamos y deseamos. El tomar contacto con nosotros mismos y descubrir nuestro mundo interno es una habilidad muy valiosa. Comprender nuestras emociones y poder gestionarlas es sinónimo de bienestar. La terapia individual es una recurso muy eficaz para generar espacios de reflexión, conocimiento y sostén a nivel personal.

Ana Laura D´Agostino

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